jueves, 9 de febrero de 2012

Cuando el poder es, en realidad, los poderes

 
Es complicado hacer un repaso de las cuestiones políticas africanas que parten de la descolonización y llegan hasta la actualidad. Es complicado, sobre todo, porque estamos (queramos o no, seamos conscientes o no) cargados de prejuicios…, dejémoslo, al menos, en influidos por prejuicios. En realidad, no dejan de ser la típica reacción que surge del desconocimiento (quizá decir ignorancia parece demasiado agresivo, ¿no?). Por eso, Rafa Crespo, antropólogo e investigador del Centre d’Estudis Africans (CEA),   que tenía encomendado hablar de esta cuestión (la conferencia llevaba el título “De la descolonització a l’actualitat” y estaba dentro del ciclo de conferencias que se está realizando en el Centre Cívic Urgell) y que conoce el punto de partida intentó, como de costumbre, “romper tópicos”.

“Los actuales procesos (cambios, elecciones…) que se están produciendo en África, no se pueden comprender sin entender la concepción que los africanos tienen del poder”, dijo Crespo. Y su afirmación parece evidente: para entender algo que ocurre, lo primero que intentamos es saber qué significa para sus protagonistas, ¿no? Pero claro, seguramente, muchos se preguntarían: ¡Ah! ¿Pero los africanos tienen una concepción (propia) del poder? La respuesta es tan simple como contundente: sí (y debería sonar como una bofetada a la prepotencia). Escuchando a Rafa Crespo se entiende, no sólo una concepción africana PROPIA del poder, sino que además es compleja y muy sana (aunque eso sea adelantar acontecimientos). “No se puede hablar de el poder, sino los poderes. Y el mayor riesgo para los africanos es que una sola persona reúna todos los poderes”, avanzaba Crespo.

A modo de ejemplo, el investigador señalaba que “no se puede gobernar en Senegal (un país con una tradición democrática que entronca con la francesa desde el S.XIX) sin un acuerdo con los marabouts, los líderes espirituales musulmanes. Cualquier nuevo presidente, lo primero que hace es ‘rendir pleitesía’ a los marabouts, aunque por ejemplo el primer presidente senegalés Leopold Sedar Senghor fuese católico”. Y eso mismo ocurre en muchos otros países. La fórmula para la generalización sería que los cargos electos necesitan una entente con los líderes religiosos (sean, unos y otros, de la confesión que sean).

Pero al mismo tiempo, hay una tercera variable, según Crespo, “el poder, la legitimidad de los marabouts viene de la umma (la comunidad de musulmanes), pero también de su vinculación con las religiones africanas”. Así tenemos un poder con tres patas, el poder político, el poder religioso y el poder tradicional (aunque esta palabra no sea del agrado de muchos investigadores, sirve dentro de la simplificación). Un complejo sistema de distribución del poder, de contrapesos, de estructuras que se controlan entre sí. Vaya, un sistema que se parece bastante a la formulación de la separación de poderes de las “democracias modernas”, pero con una diferencia fundamental: que en el caso africano la separación es real y no sólo formal. Otro ejemplo: gran parte de la legitimidad de la que parece una figura incontestable como la de Nelson Mandela viene de su condición de miembro de la familia real xhosa.

Rafa Crespo habló de muchas otras cosas en el Auditori del Centre Cívic Urgell ante un público formado por medio centenar de personas, desde la importancia de las mujeres en los procesos políticos africanos, hasta el creciente uso de las nuevas tecnologías; desde el nexo de todas las dinámicas africanas con el pasado, hasta las vinculaciones más allá de las fronteras; desde los agentes de las descolonización, hasta las influencias africanas en el arte occidental (con figuras como Picasso, André Breton o Barceló); de intereses económicos, migraciones o diáspora. Vaya imposible hacer un resumen.

En todo caso, esto no ha hecho más que empezar. La conferencia que protagonizó Rafa Crespo, forma parte de un ciclo de charlas sobre política y economía africanas que se celebrará cada miércoles en el Centre Cívic Urgell (c/Compte d’Urgell, 145). La próxima cita es el 15 de febrero a las 19h. en la que el politólogo Fernando Díaz Alpuente tiene el encomendado hablar sobre “Conflicto y gobernabilidad”.

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